domingo, 10 de enero de 2010

Buena entrada al 2.010




Estrenamos el tunel del Rañadoiro, después del vieje de ida por el puerto y en bastante mal estado del firme a causa de las obras, fue todo un lujo dar la vuelta por el tunel, en 5 minutos se va desde Larón a Rengos, una pasada, muy buena iluminación, aunque resulta casi imposible cumplir con la señal de 60, al salir una fuerte bajada en curvas, el resto muy bien, se ahorra bastante tiempo.
Después de pasar unos días en aquella absoluta tranquilidad, ahora de vuelta, se recuerda aún con más nostalgia, como dice María, nose si será el Lejano Oeste o la tierra del olvido, a muy pocos les gusta ir en invierno, todas las casas están cerradas, las puertas bloqueadas con viejos tablones para protegerlas de las tormentas, llama la atención de cualquier visitante ver que la mayoría de las construcciones están rehabilitadas, pero todas deshabitadas, los caminos completamente vacíos y a pesar del frío intenso, no se ve humo en ninguna chimenea, los senderos son más transitables por ausencia de vegetación, huele a humedad y los árboles dejan ver todo lo que esconden en otras estaciones, se camina despacio, con cautela, parece que nuestro próximo encuentro pueda ser algún habitante de los bosques como el lobo o el oso, mejor ir pronto pa casina y ver si la cocina sigue encendida o necesita más leña.